domingo, 3 de julio de 2011

El fin de una parte de un largo camino

Hoy se acabó todo. Bueno, no todo sino el primer ciclo de esta nueva etapa llamada universidad. Me alegro por una parte por que desde diciembre del año pasado estoy que estudio. No estudiando dedicadamente como esperaba pero antes de ingresar y llevar seis cursos, tenía que prepararme para ingresar. Sufrir con algunos cursos como física, pues a pesar de ser una futura ingeniera todos tenemos tropiezos con esos cursos. En realidad, antes de ingresar tenía que prepararme de nuevo. Ahí sí le di duro y parejo hasta que ingresé, me creía lo mejor pues según lo que todos decían YA ERA LO MEJOR, solo por el hecho de ingresar. Sin embargo, cuando estás dentro de una universidad (sea cual sea o de donde sea), te das cuenta que nada es como te lo imaginabas. 

Ayer mientras caminaba con una amiga por la universidad en busca del chico que me gusta (siempre lo nombraré, hasta que lo vuelva a ver, hasta que pase algo con él o sepa que ya regresó de su largo y perdido viaje), o algo así, me di cuenta que sin imaginarnos el tiempo pasa muy rápido y a veces ni nos lo esperamos. Se acabó el ciclo y cuando entré a mi cuenta del facebook todos mis amigos de mi h, el h-115 ("h" se refiere a horario, los de ciencias tenemos h y los de letras tiene una t. Eso si no entiendo muy bien) ponían en sus estados: "Por fin libertad", "ya es hora de la libertad", "hora de viaje", etc. Sin embargo, hay un grupo dentro del facebook en donde casi todos los que ponían estos estados decían que extrañarían a cada una de las personas de ese grupo. Es decir, yo también creía lo mismo pues son las primeras personas que vi en la universidad y creo que no solamente a mí me ha pasado eso sino que algunos con sus años encima, han ingresado recién o tal vez se han venido a esta universidad por motivos que no tienen nada que ver con este texto. 

En mi salón eran cincuenta y ocho personas, entre chicos y chicas. Puedo afirmar que solamente eramos seis chicas. Las chicas escasean en ciencias y los chicos abundan pero no es para decir LOS chicos, son como los chicos de letras para mí ya que para todas las chicas, los chicos más simpáticos estaban en letras. No sabría decir sí es verdad o no. Los veo iguales así como creo yo que ellos nos veían a nosotras. 
Había apodos como en todos sitios aunque decían que a las señoritas no se les podía poner ese tipo de cosas. Desde Charolito hasta la Loca (el último fue puesto por la Leyenda PUCP). Desde Loco cálculo hasta Chuchurro. Desde Panterita hasta Huacho o Cuzco. Desde Charapa, con su tunche hasta Patriarca y podría seguir pero nunca terminaría. Muchos de los apodos que he nombrado eran de personas muy amigables, otras algo distantes y otras más que divertidas. ¿Cambiaría este ciclo por estar o haber conocido a otras personas? Pues no, no lo haría. Hicieron que este sea más que un ciclo para estudiar. Hicieron mucho, demasiado diría yo. 

Aquí, en este salón estaba el chico. Sí, EL chico. No diré el apodo que le decían pero ya está escrito arriba (dejándolo para que usen su imaginación). Tampoco cambiaría eso por nada. No sé, me alegró el ciclo haberlo conocido. No como esperaba, pero lo hice. 

Gracias por un excelente ciclo a cada una de las personas con las que he conversado, reído de más, experimentado cosas distintas.

Solo sé que ahora dentro de unos meses viene el nuevo ciclo. Nueva gente, nuevos cursos, nuevos profesores, etc. Pero la experiencia que gané esta primera vez, no se cambia por nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario