martes, 9 de agosto de 2011

Sal de aquí

Lo olvidé. Es lo que me hago creer en momentos críticos como los de ahora. Exactamente no son críticos pero... Digamos que del chico del cual hablaba y hablaba en los blogs anteriores me dejó de gustar. En realidad, no me dejó de gustar sino que su rara actitud hacia mí comenzó a colocarme ciertos obstáculos para "alcanzarlo". Me gusta, sí, me sigue gustando ya que no se olvida a alguien así porque quieres. Cuesta olvidar a alguien, sean cuales sean los motivos. Creo que nunca lo olvidaré, suena dramático pero es verdad. Mientras que hablaba con él y me comentaba las grandes aventuras que pasa cuando se va de viaje al lugar de donde viene, yo trataba de mantenerme al margen. Es decir, no decir ningún comentario fuera de tono o algo por el estilo, aunque creo que hace unos días eso pasó por eso prefiero por ahora no hablar con él ni encontrarme con él por la universidad para evitar esas situaciones incómodas en las que las personas normalmente no saben ni qué hacer.

Durante estas larga vacaciones que he tendido -por eso no escribía desde hace mucho tiempo-, me he ido de viaje, he visto a algunos amigos, he pasado tiempo con mi familia -en especial con mis papás-, etc. y trataba de pensar sobre lo que iba a hacer respecto a esta situación. En mi viaje, conocí a tanta gente nueva que por un instante me olvidé de su existencia pero cuando regresé a mi casa todo volvió a la normalidad y me di cuenta que él aún estaba aquí. Sin embargo, algo más apareció y con algo más me refiero a alguien más. Un chico que ha estudiado con mi mejor amiga mientras se preparaban para postular en la universidad que estudio. Es lindo pero no quiere decir que YA ME GUSTA Y ESTOY ENAMORADA DE ÉL. Simplemente me parece lindo. Dicen que es buena gente y todo lo relacionado a alguien que apenas conoces y ves que es buena gente. No sé que es lo que en realidad pasa ahí pero hace no mucho leí un libro que una amiga me prestó "El club de los corazones solitarios", hablan mucho sobre los Beatles y sobre los problemas que pasa cualquier adolescente a mi edad. Me hizo pensar sobre todas las cosas que me habían pasado hasta ahora y me dije "Si algo tiene que pasar con un chico pues que pase, sino se puede ir directo a la mierda. Con mucho gusto lo puedo llevar por ahí". Creo que si tiene que pasar algo entre un chico y yo pues se verá, si pasa pues sería bonito pero sino pasa no hay ningún problema. Aún hay demasiados peces en el mar.


sábado, 9 de julio de 2011

Hablamos

Hablar.- Articular, proferir palabras para darse a entender.

Es el concepto que la Real Academia Española (RAE) nos proporciona. Sin embargo, para mí, significa más que eso. ¿Qué es hablar? Entablar una conversación con alguien, ya sea escrita, de manera oral, hasta en un chat o messenger (las nuevas formas de comunicación que se hallan actualmente).
Hablar lo hago todos los días, desde que me levanto hasta que me acuesto. Desde que hablo con mi mamá para preguntarle cómo le está yendo hoy, hasta cuando voy a la universidad y poder bajar en mi paradero para llegar puntual a clases.
Difícil no es. Es una de las características que todo ser humano posee desde que nacemos. Exactamente desde que nacemos no, pero algo así. No obstante, para mí es difícil. Es decir, no es difícil porque puede ser que venga de cualquier sitio y pueda comezar una conversación mi mamá pero, ¿en qué momento se me hizo complicado hablar con chicos en persona? En realidad, no hablo de todos los chicos del mundo si no me refiero a él. Sí, a él. Se me hace difícil, complicado, complejo, arduo, problemático (y todos los sinónimos que se relacionen a estas palabras.) poder decirle: "Hola, ¿qué tal? -Bien, ¿tú? -Ahhh, ¿sí? -Qué genial". Sí, para mí es difícil. Si comenzara diciendo como hablamos sería raro pues ni yo creo que hablamos pero sí lo hacemos. ¿Cómo? Por una red social conocida, de la cual hicieron una película. Como en la universidad nos separan por horarios, él estaba en mi horario y lo agregué me aceptó, todos felices. Bueno no sé si todos pero yo sí. Comenzó con la pregunta: "Hola, ¿tienes la pregunta de filosofía?" y desde ese momento hablamos. Yo diría que casi siempre, pero hay veces en las que mi vergüenza me gana y no puedo escribirle un hola o un qué tal te fue hoy en la prueba. Rutunariamente se había vuelto eso, entrar a mi cuenta, verlo conectado, hablarle o esperar que me hable. Suena raro pero lo hacíamos así, rutina. Sin embargo, en la universidad no nos decíamos ni hola. Hasta que llegó el día, el día de un arduo y extenso examen de Matemática, para ello una gran amiga fue a visitarme a la universidad, nos acercamos al grupo donde estaban los de mi salón. No exactamente nos acercamos pero estabamos cerca donde ellos estaban. Él volteó y yo no podía dejar de mirarlo. No sé si era solo yo pero él también me miraba, hasta que se acercó por que mi amiga estaba cerca a su mochila y me de la nada dijo hola, sacando una sonrisa que muy pocas veces se le podía ver. Según muchos, era un amargado. Según yo, no lo era. Desde ese momento y cuando se puede, nos soltamos un hola pero nada más. ¿Frustración? No, simplemente esperaba algo más.

La semana de exámenes es la más agotadora para cualquier estudiante y el primer examen era Filosofía. Para todo estudiante de ciencias -ingeniería- se le hace muy complicado entender temas que sean relacionados con cursos de letras. El día anterior al examen decidí no estudiar ya que en el anterior examen me había ido bien pero de la nada me habló con esta red social y me preguntó si había estudiado. Hablamos un buen rato y me dijo que lo ayudara con Filosofía. En realidad no quería, pero igual lo hice. Lo hice porque yo también necesitaba practicar o repasar aunque sea algo de lo temas. Cuando comencé a leer las páginas que él había encontrado en internet sobre los temas, me dije: "¿Qué carajos es esto? Y yo que no quería estudiar". Aún recuerdo que me quedé hasta la 1 am estudiando con él. Luego el cansancio nos mató y decidimos dormir pero antes de eso, yo le había dicho que un amigo de nuestro salón dictaría sus clases (al final ni se apareció) y él m e dijo que tal vez iba o tal vez no.
Llegó el día del examen y me encontré con mi amiga (una chica con la que paré durante todo el ciclo). Buscabamos a personas de nuestro horario y encontramos a un chico (el más vago diría yo), sabía pero se confiaba mucho (sacó seis en el examen final del curso. ¿Es eso posible? Sí), no iba a clases solo iba porque quería estar en el Centro Federado de la universidad.  Le pregutamos sí había visto al chico que nos iba a ayudar pero no, no lo había visto lo llamó y se quizo disculpar por no poder ir. Yo le había dicho al chico que me gusta (llamado "Él") que nuestro amigo (llamado "Patriarca") iba a dar sus clases pero no pénsé que él me iba a hacer caso. Al final lo hizo y se pareció. Estabamos en un grupo pero igual hablabamos, reíamos y nos burlábamos de los que no habían estudiado como nosotros.

Es y será uno de los mejores recuerdos que haya podido tener con todo los chicos que me han gustado hasta ahora (muchos no han sido). En los siguientes días, nos quedabamso estudiando ciertos cursos hasta que su gusto por las fiestas lo venció y comencé a estudiar sola (forever alone, como se dice ahora).

¿Gratitud? Pues sí, el agradezco que me dijera: "¡Estudia! ¡Practica! Vamos, repasemos esto, repasemos lo otro" ya que si no lo hubiese hecho no habría practicado nada. Sin embargo, con todas esas veces que hablábamos y hablábamos me daba cuenta por qué me atraía o gustaba tanto. Solo puedo decir, gracias por hablar y no parecer lo que todos creían.
Dejaré el tema atrás o tal vez aun muy presente porque no puedo negar que hablar de esto me gusta. Simplemente, hablamos.

domingo, 3 de julio de 2011

El fin de una parte de un largo camino

Hoy se acabó todo. Bueno, no todo sino el primer ciclo de esta nueva etapa llamada universidad. Me alegro por una parte por que desde diciembre del año pasado estoy que estudio. No estudiando dedicadamente como esperaba pero antes de ingresar y llevar seis cursos, tenía que prepararme para ingresar. Sufrir con algunos cursos como física, pues a pesar de ser una futura ingeniera todos tenemos tropiezos con esos cursos. En realidad, antes de ingresar tenía que prepararme de nuevo. Ahí sí le di duro y parejo hasta que ingresé, me creía lo mejor pues según lo que todos decían YA ERA LO MEJOR, solo por el hecho de ingresar. Sin embargo, cuando estás dentro de una universidad (sea cual sea o de donde sea), te das cuenta que nada es como te lo imaginabas. 

Ayer mientras caminaba con una amiga por la universidad en busca del chico que me gusta (siempre lo nombraré, hasta que lo vuelva a ver, hasta que pase algo con él o sepa que ya regresó de su largo y perdido viaje), o algo así, me di cuenta que sin imaginarnos el tiempo pasa muy rápido y a veces ni nos lo esperamos. Se acabó el ciclo y cuando entré a mi cuenta del facebook todos mis amigos de mi h, el h-115 ("h" se refiere a horario, los de ciencias tenemos h y los de letras tiene una t. Eso si no entiendo muy bien) ponían en sus estados: "Por fin libertad", "ya es hora de la libertad", "hora de viaje", etc. Sin embargo, hay un grupo dentro del facebook en donde casi todos los que ponían estos estados decían que extrañarían a cada una de las personas de ese grupo. Es decir, yo también creía lo mismo pues son las primeras personas que vi en la universidad y creo que no solamente a mí me ha pasado eso sino que algunos con sus años encima, han ingresado recién o tal vez se han venido a esta universidad por motivos que no tienen nada que ver con este texto. 

En mi salón eran cincuenta y ocho personas, entre chicos y chicas. Puedo afirmar que solamente eramos seis chicas. Las chicas escasean en ciencias y los chicos abundan pero no es para decir LOS chicos, son como los chicos de letras para mí ya que para todas las chicas, los chicos más simpáticos estaban en letras. No sabría decir sí es verdad o no. Los veo iguales así como creo yo que ellos nos veían a nosotras. 
Había apodos como en todos sitios aunque decían que a las señoritas no se les podía poner ese tipo de cosas. Desde Charolito hasta la Loca (el último fue puesto por la Leyenda PUCP). Desde Loco cálculo hasta Chuchurro. Desde Panterita hasta Huacho o Cuzco. Desde Charapa, con su tunche hasta Patriarca y podría seguir pero nunca terminaría. Muchos de los apodos que he nombrado eran de personas muy amigables, otras algo distantes y otras más que divertidas. ¿Cambiaría este ciclo por estar o haber conocido a otras personas? Pues no, no lo haría. Hicieron que este sea más que un ciclo para estudiar. Hicieron mucho, demasiado diría yo. 

Aquí, en este salón estaba el chico. Sí, EL chico. No diré el apodo que le decían pero ya está escrito arriba (dejándolo para que usen su imaginación). Tampoco cambiaría eso por nada. No sé, me alegró el ciclo haberlo conocido. No como esperaba, pero lo hice. 

Gracias por un excelente ciclo a cada una de las personas con las que he conversado, reído de más, experimentado cosas distintas.

Solo sé que ahora dentro de unos meses viene el nuevo ciclo. Nueva gente, nuevos cursos, nuevos profesores, etc. Pero la experiencia que gané esta primera vez, no se cambia por nada.

martes, 28 de junio de 2011

Rarezas y simplezas

¿Cómo es que una persona que a penas conoces crees que es el amor de tu vida? Las veces que puedo caminar y tener tiempo para poder pensar en mí ,o mejor dicho, no en mí sino en las cosas que me pasan. Me doy cuenta que hay momentos en la que pequeñez nos pueden animar en un instante. En mi caso, algo muy particular diría yo, una sonrisa del chico que tanto me gusta me bastaría. Sin embargo, ¿es eso lo más importante? No, en realidad no pero mientras camino y me pongo un par de audífonos para poder evitar los molestos sonidos que provoca el tráfico de las tardes regreso a casa, me percato que pequeñeces o simplezas, como me gusta decirles, son las que me dan un motivo más para seguir con mi día a día. Suena algo dramático, ¿no? Pues para mí es verdad. Es así.

Me gusta alguien que he conocido hace poco. Palabras fuertes son para mí el "me gusta", "quiero compartir mis días con él", etc. Ridículo lo es para mí, ya que, ¿cómo podemos decir eso si a penas conocemos a alguien? Al principio como lo he puesto, creía que era algo ridículo; sin embargo, el chico que me gusta lo conozco apenas un mes atrás. Para mí, conocer a alguien es haber tratado con esa persona y haber tenido largas conversaciones con esta. Eso es lo que me ha pasado. Hace un mes atrás todo comenzó con la pregunta: "¿Sabes la pregunta que dejó el profe de Filosofía?" y terminó con la frase: "Gracias por ayudarme, Estefanía". 

Sí, Rarezas y simplezas, por eso es el título de este texto. Rarezas, por que para cualquiera que esté leyendo esto diría: "¿Pero qué tiene eso de emocionante o de enamorado?". Pues para mí tiene mucho. No soy el centro del universo para estar diciendo PARA MÍ, PARA MÍ Y PARA MÍ. Si no esto habla de lo que siento ahora. Simplezas, por que algo tan sencillo como un hola en los pasillos de la universidad hacen que mi corazón se vuelva como loco o tan solo me basta una de sus miradas para que me haga reaccionar si es que me encuentro distraída.

No soy la mejor escritora. Estudio Ingeniería Informática en una conocida universidad del Perú; sin embargo, me siento atraída por cursos en lo que tenga que hablar las cosas como son. No es mi mejor texto, he tenido mejores pero de los errores se aprende.